lunes, 27 de julio de 2009

Encierro y todo lo demás

Habita en cada rincón, en cada espacio que lo rodea.
Aparece sin avisar como si quisiera asustarlo.
No da lugar a la respiración; libertad condenada.
Asfixia.
Con sus manos sucias toca todo lo que le pertenece.
Sigiloso invade los espacios de una vida que no le corresponde.
Tormento.
Es como una sombra espesa que persigue un alma en crisis.
Absorbe energías, succiona sangre.
Sanguijuela.
Su presencia es una fiebre fulminante; 40º C.
Desmayar, desvanecer, caer, tropezar, morir...
Lamentos de una mente sin liberación.

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