lunes, 27 de julio de 2009

Ardiendo

Beber el cianuro, morir de repente.
Agonía en el más allá.
Espíritus negros jugando con espectros malgastados. ¿Adónde van?
Miradas nefastas, dedos acusadores.
Miedo de divagar sin saber hacia qué lugar dirigirse.
Gritos desgarradores mezclándose con risas burlescas.
El fin de la nada, la nada de no ser alguien.
Sin ataduras, sin arrepentirse. Lo hecho, hecho está.
Se deshace el camino de retorno.
Llorarás hasta siempre.

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